¡Ritmos
Por fin!
Danzas AfroCubanas
Los
esclavos negros llegan con sus bailes y cantos simples, que eran comunes en ceremonias para difuntos y de
iniciación, también en la festividad de algún dios. Los grupos de procedencia
Bantú tienen bailes colectivistas, estaba el baile Maní que ya está en desuso,
exclusivo para hombres aunque algunas mujeres fuertes y varoniles también los
han bailado.
Era
como un deporte pugilístico a base de golpes y se apostaba dinero como en las
peleas de gallo.
La
Makuta era un baile antiguo y secreto, también en Regla Conga.
Se
bailaba dentro del cuarto sagrado.
El
bailador se ponía como un delantal de piel de venado, y en la cintura, hombros
y piernas llevaban campanillas y cascabeles, y del pecho colgaba una gangarria.
El
baile de Palo o Garabato lo caracterizaba un movimiento brusco de los brazos y
el pecho hacia delante y a veces circular.
No
se usaba tambor sino un palo de guayabo dando un golpe seco entre ellos y as
acentuaba el ritmo del baile.
Este
choque sirve para irradiar fuerza de la tierra y poderes benéficos.
Y
por último tengan El Baile de la Yuka que era de fertilidad; erótico, donde se
chocaba la pelvis como consumando el acto sexual.
Se
hacían acompañar por unos tambores llamados igual.
Algunos
informantes de Lydia Cabrera decían Yuka o Makuta indistintamente, por lo que
se nota que el tiempo ha influido y transformado algunos de estos cantos y
coreografías en diversas regiones, como ha pasado con todos estos cultos de
transmisión oral, por lo que no son exactos en todas partes que se conozcan.
En
las danzas de los Yorubas (Santeros) cada Santo tiene un baile diferente que
con su movimiento tratan de escenificar el carácter del mismo.
Así
Ochosi, por ser el Dios de la Caza, su danza es rica en pantomimas de caceras y
las de Yemayé, Diosa del Mar, mantiene movimientos vivaces y ondulantes como
las olas marinas, unas veces calmadas y otras tempestuosas.
Por
su parte Changó, dios del rayo, el
fuego, y la virilidad, mientras baila saca la lengua para significar que la
tiene de fuego, dando brincos bien altos y haciendo contorsiones bien extrañas,
tratando de acentuar su prepotencia con crudas evocaciones eróticas sexuales.
Cuando
se está danzando, los creyentes que bailan, o simplemente los que participan
cantando u observando, se van posesionando de algún muerto (si es congo), o de
un santo (si es yoruba), o sea que recibe en su cuerpo el espíritu de alguna
entidad.
Todas
estas danzas tienen características similares a base de hileras o círculos,
aunque algunas con el tiempo han evolucionado y adquirido novedosas
coreografías.
Estos
bailes no se convirtieron nunca en populares por su carácter intrínsecamente
religioso.
A
todos estos, el pueblo lo identificaba como Toque de Santo y su fidelidad fue
privativa de la gente de color (sus primeros practicantes).
Por
otra parte estaban los Bembé de los cuales participaban blancos curiosos, que
iban a observar los bailes de negros y mulatos. Algunas de estas danzas tienen
vigencia en Cuba de las cuales se han originado bailes populares.
Punto
La mayor influencia española
se centra en la música del campesino que interpreta Décimas y que en este siglo llega a la ciudad, donde el negro
improvisa también Décimas y baila el Zapateo acompañado por el tiple,
la guitarra y la bandurria,
posteriormente el laúd.
Estas canciones se denominaban
Puntos Guajiros
generalizándose bajo el término Guajiras o música del campesino.
A las reuniones o fiestas de
campesinos se les denominaba guateques o parrandas en el centro y el occidente
de Cuba. El guateque, que parece ser la más antigua denominación de estas
reuniones festivas campesinas, cobró su denominación en Pinar del Río, La Habana, Matanzas y Villa Clara. Por contra, en Cienfuegos, Sancti Spiritus y Ciego de Ávila estas celebraciones recibieron el nombre de
parrandas según nos informa Olavo Alén. El Punto de la zona occidental se
denomina "libre" y el de la zona central de Cuba "fijo".
Dentro del Punto Libre existen las variantes denominadas Tonada Menor y Tonada
Carvajal o Española. En el Punto Fijo entran las llamadas Tonadas Espirituanas,
el Punto Cruzado y la Seguidilla. El guajiro canta también el cancionero
trovadoresco cubano, denominando a estas canciones Criollas.
Rumba
Se sabe que desde el siglo
XVII el negro cubano es medio dueño de la música popular. En ese tiempo sus rumbas
no son muy apreciadas y aunque nació al contacto de los esclavos con lo
criollo, y como ha dicho Galán, «sólo la bailaban los habaneros y matanceros
poco decentes». La Rumba nace durante el siglo XIX en las periferias de
diferentes ciudades del occidente de Cuba-posiblemente entre La Habana y
Matanzas. Sus cantos son concebidos para el acompañamiento rítmico de
determinados tambores que motivan también bailes muy específicos en
correspondencia con el género.
En Cuba se pueden distinguir
tres estilos de rumba principales: el yambú, la columbia y el guaguancó. El Yambú tiene un origen urbano y parece ser uno de
los estilos más antiguos, pues existen referencias sobre el mismo desde
mediados del siglo XIX. La Columbia por lo general es un baile exclusivo de
hombres, aunque algunas mujeres se hicieron famosas por su interpretación del
mismo. El origen rural de este género es indudable. Para los grandes bailadores
y músicos de Rumba, "la Columbia es el campo, sobre todo de
Matanzas". El guaguancó es la más elaborada de las tres variantes, tanto
musical como en lo referente a los textos. Es danza típica de los barrios
negros de la ciudad de La Habana. Su canto se hace enteramente en español en
vez de usar expresiones africanas o vocabulario del argot de los barrios bajos.
En el sentido de los textos está muy relacionado con el "punto
cubano", forma que tomó en Cuba la improvisación canaria y andaluza.
Danzón
El Danzón hijo de la Danza, nieto de la Contradanza, padre del Mambo
y abuelo del Cha Cha Chá fue el primer baile nacional
de Cuba.
Género
bailable,
derivado de la danza criolla.
Su
nombre viene
por aumentativo de danza, de un baile de figuras colectivo, formado por parejas
provistas de arcos y ramos de flores, muy usual en
la segunda mitad del siglo XIX.
Miguel Faílde fue el
creador del primer danzón, "Las Alturas de Simpson", estrenado el
1ero de Enero de 1879, en el Liceo de Matanzas.
Mas
lento cadencioso y variado que la contradanza o danza.
Se escribe en compás de 2/4.
"Comienza con una
introducción de ocho compases, que se repite para hacer un total de 16 antes de
entrar en la llamada parte del clarinete.
Aunque
no existe interrupción de una y otra parte y el ritmo se sostiene siempre dentro del
mismo tiempo ( ya que la ligera aceleración a que se llega en
la última apenas es perceptible ), podemos decir que la primera parte es mas
movida que la segunda, puesto que, como indica su nombre, esta escrita para la
agilidad del clarinete, que en la charanga, que no usa ese instrumento, pasa al
atril de la flauta.
En
este último caso se llega a veces a alardes de virtuosismo en pasajes escritos
con figuraciones rápidas donde se luce la técnica del flautista, con un
instrumento de los antiguos de cinco llaves, que suena en su tesitura mas alta.
Luego
viene nuevamente la introducción, que sirve como de puente, y se
pasa a la parte de los metales (violín en la charanga), que por la mayor
duración de las figuras ofrece un estilo mas lento.
Su
longitud es de 32 compases, volviendo a la introducción repetida.
Pasamos al último tiempo,
que participa, casi siempre, del movimiento mas acelerado de la rumba o del
son, que cuando sienta sus reales en La Habana sustituye a
aquella." (E.Grenet: ob. cit.) "José Urfébuscó un nuevo elemento rítmico en el son
oriental para estructurar su famoso danzón "El bombín de Barreto", el
cual, por la
liberalidad expresiva de su último trío, definió la forma actual del danzón
cubano.
Orquestas típicas
Se conoce la existencia de
bandas de música en distintas localidades de la Isla, vinculadas a los
regimientos militares españoles. Estas bandas tenían una función militar, pero
sus integrantes, peninsulares y criollos fueron músicos que se dedicaron
también a la organización de pequeñas bandas, que llamaron orquestas típicas,
para amenizar bailes. También las bandas militares ofrecían conciertos en
parques y lugares públicos para el solaz de los vecinos que concurrían a los
paseos nocturnos y dominicales. Estas festividades fueron llamadas retretas, y
pudiera considerarse la actividad principal de aquellos conjuntos por la
sistematicidad que adquirieron.
Son
Género
vocal, instrumental bailable, que constituye una de las formas básicas dentro
de la música cubana.
Presenta
en su estructura, elementos procedentes de las músicas africanas (Bantú) y
españolas, pero ya fundidos en lo cubano, confluyendo en los giros rítmicos,
estribillos, modos percutivos, entonaciones y sonoridades de las cuerdas
pulsadas que denuncian sus dos fuentes originarias.
Se
baila por pareja enlazada, y para producir su música se emplea una amplia gama
instrumental que puede ir de un simple tres o guitarra, a veces acompañado de
marimbuela, güiro y bongó, hasta grupos más grandes y complejo.
Por
su extracción, desarrollo, características sonoras y coreográficas y su uso
social, el son cubano devino históricamente como el medio de expresión más
idóneo y representativo para las capas humildes de la estructura
socio-económica-política de la Cuba de la primera post-guerra
El
complejo del son cubano transitó triunfalmente por el Caribe, América Latina,
Norteamérica, Europa y otras reas del mundo.
El
son se trasladó de Oriente a la Habana sobre 1909 llevado a la capital por los
soldados del Ejército Permanente, en un proceso de transculturación que
determina la entrada en la región oriental de la rumba. La incorporación del
género a las orquestas danzoneras, al componer José Urfé, en 1910, su danzón El
bombín de Barreto, adicionándole un motivo de son a su parte final, y el surgimiento
del legendario Sexteto Habanero, en 1920, y posteriormente Septeto Nacional, le
dieron enorme auge al son cubano
Bailado
inicialmente en accesorias, solares y academias de baile por capas populares -
los estratos burgueses lo rechazaron y el gobierno llegó a prohibirlo por
considerarlo inmoral - los salones de baile de La Habana, y de las ciudades
importantes, tuvieron que abrirle sus puertas, y las casas impresoras de discos
le dieron una difusión ilimitada.
Autores
clásicos del género como Bienvenido Julián Gutiérrez, Ignacio Piñeiro y Arsenio
Rodríguez, e interpretes como el trompetista Félix Capotín y el genial cantante
Benny Moré, son figuras determinantes en un desarrollo progresivo que abarcó
casi todos los estratos musicales cubanos y que influí -influye- en no poca de
la producción de diversas zonas del mundo ".
Sobre
la estructura del son escribió Eliseo Grenet : "consiste en la repetición
de un estribillo de no mas de cuatro compases originalmente llamado montuno,
que se canta a coro, y un motivo de contraste para una voz a solo que no sola
pasar de los ochos ".
Inicialmente
los grupos de son estaban formados por guitarra, tres, bongó, botija o
marimbuela (luego bajo), claves y maracas; después se le agregó una - o ms -
trompetas.
El
son cubano suele ser ubicado dentro del complejo sonero del rea del Mar Caribe.
En el
complejo instrumental del son (sexteto o septeto) se evidencia una constante y
contrastante yuxtaposición de tres franjas rítmicas independientes en
proyección dinámica.
La
primera línea (sincopada) se presenta en el bajo anticipado.
La
segunda la integra a un tiempo la guitarra acompañante, las maracas y el bongó
(este último en la primera parte del son, ya que en el estribillo el bongó
abandona su ritmo constante -martillo- y se desplaza en variaciones e
improvisaciones rítmicas libres).
Canción
La canción cubana abarca una
amplia gama de formas de cantar, tanto en las áreas rurales como urbanas,
insertándose en la música bailable e incluso en la música de concierto. Habaneras,
boleros, canciones trovadorescas y canciones líricas son algunos de los géneros
musicales que pertenecen a este heterogéneo complejo de la música cubana. La
mayor parte de los géneros nacieron durante el siglo XIX en distintos lugares
de Cuba y provienen de muy diferentes estratos de la sociedad cubana.
Bolero
Género bailable y cantable diferente por completo de su homólogo español,
del que solo conserva la nomenclatura genérica.
Nace en 1883 en Santiago de Cuba. Pepe Sánchez crea el primer tema titulado
"Tristezas" comprendían dos períodos musicales de 16 compases,
separados por un pasaje instrumental, ejecutado en las cuerdas agudas de la
guitarra, al que llamaban pasacalle.
El bolero constituye sin duda alguna, la primera gran síntesis vocal de la
música cubana, que al traspasar fronteras registra permanencia universal.
En el bolero tradicional es total la fusión de factores hispanos y
afrocubanos, que aparecen por igual en
la línea acompañante de la guitarra que en la melodía, donde el acento
sonoro-percutivo del cinquillo cubano se impone a las palabras del texto
literario, dentro del compás de 2/4 ( el bolero español utilizaba el compás de
3/4 ).
Compositores calificados,
pianistas, alternan la figuración del cinquillo, remitiéndola a la mano
izquierda acompañante en el piano, realizando figuraciones melódico-armónicas
de adorno.
Poco a poco los
compositores inician la musicalización de versos de poetas conocidos. Así
ocurre en "Aquellos ojos verdes", letra de Adolfo Utrera, música de
Nilo Menéndez, un bolero que rápidamente alcanza el más completo éxito
universal.
Ya en esta composición
los versos imponen su ritmo prosódico, con lo cual el cinquillo pierde su tradicional
hegemonía.
El Bolero ha tenido
variantes de éxito: el bolero-moruno, el bolero-mambo y el bolero-beguine, muy
cultivado por compositores mexicanos y cubanos.