¿Qué
es la música sin sus instrumentos?
Sin duda en nuestro blog no poda
hacer falta una parte sobre organología
más representativa de Cuba, como ya lo hemos mencionado desde la colonización este
país se fue a ido transformando igual que su música.
Tambores afrocubanos
Se tienen registros de que los
tambores tienen un papel importante en Cuba, con el acta del cabildo habanero
en el siglo XVI. En este se menciona que se pagaban 36 ducados anuales por
tocar el tambor a la llegada de una nave a la isla. Este tipo de tambor llega a
Cuba con el primer con el primer grupo militar español.
Sin embargo los nativos ya usaban
un “tambor idiofono” mejor conocido como “Mayohuacán” hecho de madero, con
forma redonda, hueco y cóncavo, que era tocado por behiques (sacerdotes) era percutido
con baquetas.
En 1839 el gobernador
Ezpeleta dio licencia libre para hacer
instrumentos musicales en la isla. Con ello los esclavos africanos pudieron
adaptar sus acostumbres a estas nuevas tierra. Así se crearon :
Los tambores de origen
dahomeyanos-arará “Tahona”, que acompañaban a la variante de la rumba eran como
un membráfono de cuero lavado de caja abierta usado en «rituales Orilé.
La «Tumba Francesa» que
introdujeron en la provincia oriental los esclavos que emigraron con sus
colonos franceses de Haití con los tambores Premier o Redublé, Second y Bulá o
Bebé, también la Tamborita o Catá Tambora para el toque o baile Mazún.
Sin embargo los más importantes han sido los
de origen yoruba, los tambores “Batá” que también son tres: el «Iyá», «Itótele»
y «Okónkolo».
Conga, Tumbadora, Bongó y
Pailas
Los negros afrofranceses
trajeron la “Marímbula” que produce tres o cuatro notas destacando la armonía
con la persistencia de bajo continuo que se usaba en la música popular.
Los procedentes de carabalí crearon el “Ekón” una especie de
cencerro
Los de procedencia bantú se
destaca el “Tingotalango” o “Tumbadera”
Por lo que podemos decir que
el instrumento afrocubano por excelencia es el tambor, que se impuso en la
música popular como: la Conga, la
Tumbadora, el Bongó y las Pailas. Poco antes de nacer el Bongó se habían creado
las Pailas, indispensables en todos los conjuntos o charangas que toquen un
Danzón.
Maracas
En el diccionario de Helio
Orovio se presentan dos clasificaciones:
la aborigen y la cubana.
La de los indocubanos está formada
por dos tallos de magüey adheridos, que contienen piedrecillas en su interior.
En las tribus taínas solamente la podía usar
el behique, sacerdote o médico hechicero, que era usada para comunicarse con
deidades. Mucho tiempo después fue usada como instrumentos rítmicos en las
orquestas típicas, siendo indispensables en las Rumbas, Congas, Boleros y
Guarachas.
Las Tumbas Francesas de
Oriente usan una clase de maruga metálica que se le conoce como “Chachá”.
También existe el “Chekeré”, considerado a veces como un tipo
de maraca.
¡Dato curioso!
Debido a la escasez de instrumentos
musicales procedentes de Europa, se comenzaron a usar las maracas en las misas
católicas junto a otros instrumentos creados en la Isla.
¡Otro Dato curioso!
Natalio Galán en su libro “Cuba y sus sones”, menciona que los aborígenes
tocaban unas sola maraca y con la llegada de los conquistadores se comienza a
usar una maraca en cada mano.
Claves, el Güiro, Calabazo,
Cencerro y Botija
Es a finales del siglo XVII que las claves entran a los conjuntos
populares, con un nueva Cuba artesanal y lo esclavos negros encuentran gusto por las clavijas de ácanas.
Es posible que el Güiro proceda
de la música bantú, sin embargo no se
puede desechar la idea de que los amerindios lo utilizaron.
El calabazo es parecido, pero se confeccionaba con una especie de
calabaza alargada y seca.
El Guayo es manufacturado totalmente de metal, semejando el guayo de
mano donde se rayaba el maíz o el queso. Era generalmente tocado por uno de los
cantantes o coristas del conjunto u orquesta.
Fueron los afrocubanos de procedencia carabalí los primeros en usarlo.
Importante mencionar que ofrece dos sonidos distintos dependiendo el
lugar por donde sea percutido.
La Botija o Botijuela
La Botija o Botijuela en sus días sustituyó al bajo. Consistía en una
botija de barro de las que importaban el aceite con una perforación o agujero
pequeño en uno de sus lados, por el que se sopla, mientras con el movimiento de
una de las manos introducida por la boca, se modifica el sonido.
Tres
En Cuba se tiene un instrumento
de cuerda muy hispánico al que se denomina “Tres”, al ser un instrumento
rústico de tres cuerdas dobles y una caja de madera llamado tres Se deriva de
la guitarra española.
El nacimiento del Tres se debe al
año 1562, cuando se populariza “El Son de la Ma’Teodora”.
El brazo se hacía de una madera más fuerte y las cuerdas de curricán
encerado.
Nené Manfugás, lo tocaba sobre 1892, por las calles de Santiago de Cuba,
traído de Baracoa.
Entre los instrumentos de cuerda preferidos por los cubanos fue: Tres y la guitarra
española, el Laúd, la Bandurria española que antiguamente era de 3 cuerdas sin
trastes en el mástil.
Estos instrumentos se usaron mayormente en la música rural además, le
agregaron:
- Machete: Era percutido con un cuchillo por el lomo del mismo y con un clavo o varilla por el dorso.
- Quijadas: El hueso maxilar superior o inferior de un animal de carga que moviéndose o frotando suavemente se le saca sonido a los dientes cuando chocan entre sí
- Reja o diente o pico de arado: Era percutido generalmente con un clavo de línea.
- Sanmartín: Una plancha simple de hierro bien templado encorvada que se percute con una barita de hierro dando solamente dos notas.
- Galleta: Tambor similar al bombo, pero más achatado
- Cuchara: Se las mismas que se usan para comer, se hacen percutir sobre cualquier superficie de madera.
- Cajón: De bacalao que sustituye al tambor a falta de éste, percutiéndose igualmente con las manos.
- Sartén: dos sartenes pequeños sujetados a una armazón de madera para poderse apoyar, se percute con dos baquetas o varillas metálicas o de madera.
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